Sesgo de autoservicio: qué es, ejemplos, efectos negativos y positivos

El sesgo egoísta es un tipo de sesgo cognitivo que implica atribuirse el mérito personal de los éxitos y culpar de los resultados negativos a factores externos. Aunque este sesgo a veces significa evadir la responsabilidad personal por sus acciones, el sesgo egoísta también actúa como un mecanismo de defensa que protege la autoestima . 1
El sesgo egoísta ocurre en una amplia gama de entornos, incluidos la escuela, el trabajo, las relaciones interpersonales, las elecciones de los consumidores y los deportes. Está influenciado por una variedad de factores diferentes, incluido el locus de control, la motivación, la edad y la cultura.
Ejemplos del sesgo egoísta
Hay varios signos diferentes de que el sesgo egoísta podría estar influyendo en la forma en que se atribuyen los eventos.
Digamos que tienes éxito en un examen. El sesgo egoísta te llevaría a creer que se debe a que estudiaste mucho. 2 Si, por el contrario, reprobaste, podrías creer que fue porque el profesor no te explicó correctamente la materia, hacía demasiado calor en el aula o tu compañero de cuarto te mantuvo despierto toda la noche antes del examen.
Todas estas cosas pueden ser ciertas, pero no describen una imagen completa de todas las circunstancias que llevaron a su desempeño en el examen. Algunos otros ejemplos de este sesgo:
- Después de un accidente automovilístico, ambas partes involucradas culpan al otro conductor por causar el accidente.
- Después de una reunión desastrosa con un cliente potencial, un representante de ventas culpa de la pérdida de la cuenta a las prácticas comerciales sucias de un competidor.
- Un jugador de baloncesto de secundaria realiza un lanzamiento durante los últimos segundos de un partido y logra encestar. Lo atribuyen enteramente a su habilidad en el juego, sin tener en cuenta la suerte, el papel de los compañeros de equipo y de los jugadores contrarios, etc.
Por qué ocurre el sesgo de autoservicio
Hay algunos factores diferentes que pueden influir en la probabilidad de que las personas participen o no en explicaciones egoístas del comportamiento.
Locus de control
El locus de control implica creencias personales sobre los factores que causan que sucedan diferentes eventos. En términos generales, las personas tienden a tener un locus de control interno o un locus de control externo .
Una persona con un locus de control interno cree que tiene un gran control sobre los acontecimientos que suceden en su vida. Pueden atribuirse el mérito de las grandes cosas que suceden, pero a veces también significa que asumen la culpa de cosas que están fuera de su control.
Es más probable que alguien con un locus de control externo atribuya los resultados a fuerzas externas. En lugar de creer que tienen el poder de influir en lo que sucederá, tienden a asumir que nada de lo que hagan tendrá impacto alguno y que sólo los factores externos determinan lo que sucederá.
Una persona con un locus de control interno puede sentirse bien con sus logros, pero también puede asumir vergüenza y culpa que en realidad no le pertenecen. Una persona con un locus de control externo evita esta culpa, pero también tiende a sentirse más impotente e impotente para controlar su destino.
Una persona con un locus de control externo tiene más probabilidades de dar explicaciones egoístas del fracaso que las personas con un locus de control interno. Al atribuirse el mérito de los éxitos y culpar a otros por los fracasos, pueden proteger su autoestima.
Factores motivacionales
Diferentes tipos de motivación también pueden influir en el sesgo egoísta. Cuando están motivadas por la superación personal, las personas sienten la necesidad de utilizar atribuciones internas para el éxito y atribuciones externas para el fracaso con el fin de mejorar su visión de sí mismos. 3
La imagen que las personas quieren transmitir a los demás, o su propia presentación, también afecta las atribuciones egoístas. Atribuirse el mérito de los resultados positivos y echar la culpa a otros por los negativos ayuda a las personas a presentarse ante los demás de una manera más positiva.
Edad y sexo
Se ha demostrado que la edad y el género influyen en el sesgo egoísta. 4 Los adultos mayores tienden a hacer más atribuciones internas, es decir, a acreditarse a sí mismos por sus éxitos. Es más probable que los hombres hagan atribuciones externas, lo que significa que tienden a culpar a fuerzas externas por sus fracasos.
Influencias culturales
La influencia cultural puede influir en la frecuencia con la que las personas se involucran en el sesgo egoísta. Si bien este sesgo está bastante extendido en Estados Unidos y Canadá, tiende a ser mucho menos frecuente en los países asiáticos.
Las culturas individualistas como la estadounidense ponen un mayor énfasis en los logros personales y la autoestima, por lo que protegerse a uno mismo de los sentimientos de fracaso es más importante. En las culturas colectivistas , es más probable que las personas atribuyan el éxito personal a la suerte y los fracasos a la falta de talento.
Hay algunos escenarios en los que el sesgo egoísta es menos probable. Las personas que mantienen relaciones románticas y amistades cercanas pueden tender a ser más modestas, por ejemplo. En otras palabras, tus amigos o tu pareja te mantienen bajo control con críticas honestas sobre cuándo una mala situación podría ser, al menos en parte, culpa tuya.
Impacto del sesgo egoísta
En muchos casos, este sesgo cognitivo te permite proteger tu autoestima. Al atribuir eventos positivos a características personales, se aumenta la confianza. Al culpar a fuerzas externas por los fracasos, protege su autoestima y se exime de responsabilidad personal.
Una ventaja de este sesgo es que lleva a las personas a perseverar incluso ante la adversidad. 6
Un trabajador desempleado puede sentirse más motivado para seguir buscando trabajo si atribuye su desempleo a una economía débil, por ejemplo, en lugar de a algún fracaso personal. Un atleta podría sentirse más motivado para desempeñarse bien si cree que su fracaso durante un evento anterior fue el resultado del mal tiempo y no de una falta de habilidad.
Cómo evitar el sesgo egoísta
Si bien el sesgo egoísta es bastante común, puede tener varios efectos negativos en la toma de decisiones. Existen algunas estrategias que pueden ayudarle a evitar este sesgo o evitar que afecte sus elecciones de manera perjudicial.
- Aprenda a detectarlo : ser más consciente del prejuicio puede ayudarle a ver las situaciones de manera más realista. Cuando evalúe situaciones, tómese un momento para considerar si sus evaluaciones podrían verse influenciadas por este sesgo.
- Practica la autoaceptación : ser capaz de aceptar tus defectos y ser amable contigo mismo reduce el impacto de los fracasos en la autoestima.
- Trátate con compasión : Mírate con amor, incluso cuando cometas errores. Las investigaciones han descubierto que el uso de la autocompasión reduce los sentimientos y pensamientos negativos. 7
- Reducir la autocrítica : Parte de practicar la autocompasión también implica trabajar para ser menos autocrítico. Los estudios sugieren que los atletas que utilizan la autocompasión son menos críticos consigo mismos después de cometer un error. 8
Peligros potenciales
Si bien el sesgo egoísta puede proteger la autoestima, puede llevar a que las personas eviten la responsabilidad por sus propias acciones. Si no pueden ver la situación con precisión, significa que es posible que no aprendan nada de sus propios errores.
A menudo, cuando una persona está deprimida o tiene baja autoestima, este tipo de prejuicio puede revertirse: atribuirá los resultados positivos a la ayuda externa o incluso a la suerte, y se culpará a sí misma cuando sucedan cosas malas.
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